El escenario no podía
ser más sombrío. La pandemia COVID 19 se ha extendido por el planeta velozmente
golpeando desde mediados de marzo 2020 a los países latinoamericanos quienes
azorados desplegaron medidas extraordinarias de cuarentena para proteger la
salud de sus ciudadanos. Pero, aunque loable, tal acción implica la
imposibilidad para los micro-emprendedores, aquellos que viven de sus
actividades independientes y sin patrones, un enorme porcentaje de la población
de los países latinoamericanos y ciertamente un porcentaje muy alto de los
sectores más vulnerables de tales poblaciones. Es decir que el “quédate en casa”
para tales poblaciones es equivalente a decir, “abandona tu emprendimiento y pide
ayuda al estado, a tus vecinos o a quien puedas para sobrevivir”. La crisis que
viven esos millones de personas, familias y barrios enteros es indescriptible,
generando angustia ante un futuro incierto, tanto en el plano de su salud como
en el plano económico. Si bien los distintos anuncios gubernamentales que
intentan llevar calma a la población, tales como leyes que impiden el despido, líneas
de créditos y subsidios especiales, en general estas acciones no alcanzan a los
micro-emprendedores quienes en buena medida trabajan en forma precaria, no
bancarizados, dentro de economías informales no registradas, y sin capacidad
financiera para soportar largos periodos de cuarentena sin generar ingresos
para alimentos y gastos básicos.
Cabe diferenciar entre
distintas formas de micro-emprendimientos y las condiciones de trabajo e inserción
en mercados. Por una parte, existen aquellos emprendedores individuales que se
encuentran en un nivel de subsistencia, la gran mayoría y los más vulnerables a
los impactos de la pandemia, trabajando en el sector de pequeñas producciones,
comercios y servicios de distinta índole cuyo principal capital es su propia
fuerza de trabajo. Para estos trabajadores el cese obligatorio de actividades
obliga prácticamente a buscar nuevas formas de subsistencia o cuando sea
posible reconvertir sus actividades, con asistencia del estado de alguna forma.
Un segundo grupo son emprendimientos comunitarios, es decir también integrado
por personas de nivel social modesto, pero por operar en forma cooperativa
tienen mayor capacidad de ahorro y soportar por mayores periodos de
inactividad. Además, este grupo tiene la capacidad de organizarse mejor para
obtener ayuda del estado, reducir gastos de alimentación, aplicar protocolos de
seguridad para reducir los riesgos de la pandemia y proteger mejor a sus poblaciones
más vulnerables como niños y ancianos, optimizando recursos de la comunidad. Un
tercer grupo son las empresas pequeñas y medianas (Pymes) debidamente registradas
quienes pueden acceder a distintos medios de apoyo financieros dispuestos por
el estado y en algunos casos también por el sector privado como bancos y otras
organizaciones
Pero como toda crisis
genera también oportunidades. La intención de esta breve nota es repasar algunas
de estas oportunidades para los tres grupos descriptos. A continuación, se
repasan dificultades y algunas estrategias que los micro-emprendedores han
comenzado a identificar en distintos países.
·
Dificultades para acceder a materias
primas para la producción o comercialización de productos de micro
emprendedores: Este es un
verdadero desafío en un momento crucial en el que todo desplazamiento está
restringido para el surgimiento de dos iniciativas: i) Servicios de entrega a
domicilio y ii) organización de compras colectivas como forma de abaratar costos.
·
Digitalización y bancarización: Ya es una realidad que las compras y
ventas de productos y servicios en internet permite el acceso a un volumen de
clientes significativamente mayor. Sin embargo, en América Latina tal innovación
tecnológica se encuentra rezagada principalmente por las dificultades que
enfrentan los micro emprendedores para acceder a redes digitales donde operar y
por la ausencia de tarjetas bancarias. Recientemente se ha identificado múltiples
oportunidades a raíz de la pandemia de apoyo a los emprendedores para acceder a
redes digitales a nivel individual y en forma colectiva muy ventajosa para posicionar
sus productos y servicios.
·
Sustitución de importaciones: El cierre de fronteras ha restringido el
movimiento de productos a nivel internacional y por ende ha generado una enorme
demanda de productos producidos localmente que sustituyan importaciones. El caso
de insumos médicos de producción relativamente sencilla como barbijos, así como
material de limpieza son buenos ejemplos de áreas de gran demanda que pueden
ser cubiertas por la producción y comercialización de micro emprendedores. Existen
muchísimas formas de acceder a la información relevante para la producción a través
de redes sociales que se encuentran disponibles en los distintos países.
·
Espacio domestico para la producción y la formación: La obligación de realizar cuarentenas
permite para determinados grupos la disponibilidad de tiempo que bien empleado
en identificar actividades productivas competitivas a partir de un cuidadoso análisis
de los sectores con mayores posibilidades de prosperidad, prometen redundar en ingresos
salvadores en un momento difícil. Igualmente, la utilización del tiempo de
cuarentena para realizar cursos y actividades de formación para micro-empresarios
es una actividad fundamental para el desarrollo de humano de los distintos
tipos de emprendedores.
·
Nuevos servicios: Junto con la Pandemia, surgieron una
diversidad de servicios típicamente de micro-emprendedores, tales como cuidado
de personas en riesgo, servicios sociales en general y trabajos comerciales
centrados en la atención de personas y múltiples formas de tele-trabajo que
abren nuevas posibilidades de empleo independiente. En esta área es fundamental
acceder a la información pertinente para acceder a estas oportunidades con la información
correcta respecto a de qué manera operar.
·
Barrios microempresarios: Dado los cambios drásticos que se
vaticinan en el uso de la ciudad, los lazos de solidaridad al interior de los
barrios populares comienzan a señalar caminos posibles para desarrollar
micro-emprendimientos que tengan al espacio barrial como infraestructura de
soporte, complementando voluntades y recursos para lograr el desarrollo de
productos y servicios competitivos que permitan generar recursos que sustenten
la subsistencia y eventualmente también el desarrollo de la comunidad.
Para ver las recomendaciones de planificacion y diseño urbano-habitacional recomendamos consultarhttps://es.slideshare.net/FernandoMurillo2007/municipios-y-barrios-populares-enfrentan-la-pandemia-2-presentacion-con-ejemplos
Un buen ejemplo de recursos utiles en el caso de Argentina puede accederse en https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-de-desarrollo-productivo-presenta-capacitar-una-plataforma-para-potenciar
Comentarios