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Discusión "Modelo de Microenergia"

En el marco de las actividades desarrolladas por motivo de los 15 años de Microenergía, se llevó a cabo una revisión de los dos temas centrales de la organización "Hábitat y microempresa" y los aportes conceptuales, metodológicos y operativos realizados por la organización. A continuación se reproducen algunas reflexiones realizadas.

La cuestión de la microempresa y el hábitat popular no son ciertamente recientes. Desde el origen del hombre, la actividad de producir y vivir en el mismo sitio ha caracterizado a las sociedades gregarias. Ya en el siglo XX, la tendencia ha sido a separar funciones residenciales y productivas, persiguiendo un sentido de “orden”. Pero en barrios populares dicha separación es ciertamente muy costosa y se sigue reproduciendo la estrategia de los sectores de menores recursos de tener un taller o un local comercial en la vivienda. Conciente de esta realidad social, la   organización procuró desde su origen desarrollar una serie de principios de diseño y planificación, que se fueron enriqueciendo y replanteando con la experiencia adquirida en la implementación de proyectos. La idea central, acunada en el nombre de la organización, apuntaba a la energía de las familias humildes, contenida en su hogar. De ahí el nombre de “Microenergia: Habitat Microempresario”. La hipótesis es que esa energía contenida en un hogar es suficiente para revertir los males generados por la pobreza y la marginalidad si son adecuadamente canalizados en un proyecto de construcción comunitaria. Esta idea de “proyecto familiar-comunitaria” que se genera a partir de sus condiciones de hábitat, pero definitivamente se extiende a la generacion de medios de generación de ingresos, adquisición de conocimientos, prevención de la salud, y demás componentes que se irían sumando al enfoque de intervención, fue el motivo central de existencia de la organización.

Microenergia cree quePromover la cohesión barrial es un medio eficaz de asistencia a grupos vulnerables creando posibilidades de generación de ingreso y mejoramiento de sus condiciones de vida….La mejor estrategia de promoción consiste en potenciar iniciativas de ayuda y progreso de los propios vecinos asesorandoles en el diseño e implementacion de proyectos que tiendan a ser sustentables”….Por supuesto que detrás de esta definición falta definir que se entendia por “sustentable” y aun mas importante para la propia institución era saber como se podía sostener un rol de asesoramiento a un numero importante y creciente de emprendedores a partir de un numero limitado de voluntarios. Los objetivos perseguidos por la organización fueron esencialmente tres: Incentivar iniciativas solidarias de vecinos apoyandolos en el diseño de proyectos y acciones.

Este objetivo fue fundante de todos los planes y proyectos. El ideal de la organización era el “barrio microempresario”, aquel que articulaba a sus vecinos detrás de un proyecto estructurador de sus saberes y capacidades para desarrollar productos que permitiesen superar la instancia de supervivencia y avanzar en dirección del desarrollo. Moreno proporciono una primera oportunidad para testear el enfoque. Pero posteriormente se sumarian intentos con reultados diversos en distintas regiones del país. Pero la idea de construir un proyecto de desarrollo comunitario con la participación de los vecinos fue recurrentemente el motor generador de estas iniciativas.

Como segundo objetivo surge el brindar un marco conceptual de accion a traves de micro-creditos para apoyar la expansión de iniciativas de microempresa y ampliación de viviendas.

Este segundo objetivo fue igualmente relevante. No se trataba solamente de construir una visión posible de desarrollo, sino también aportar los medios concretos para su implementación. Y al respecto, los dos medios fundamentales identificados eran, por una parte los microcreditos, y por la otra parte, el hábitat, entendiendo por tal no solo la vivienda sino también todas las redes de infraestructura, agua, saneameinto y energía, como asimismo los servicios públicos tales como educación, salud y seguridad. La cuestión de la disponibilidad de espacios comunitarios donde desarrollar actividades microproductivas, tales como “focos de progreso barrial” talleres con herramientas donde los vecinos libremente asociados puedan trabajar en forma de red, o depositar sus productos para su distribución y venta, fue otro componente central de los proyectos realizados, concebidos integralmente como partes esenciales de la planificacion del hábitat. Finalmente, y ya avanzada la experiencia de la organización, la realización de ferias, muestras y espacios de mercados donde los microemprendedores puedan vender en mejores condiciones sus productos fue también una parte esencial de los proyectos. 

Tercer objetivo final es abogar por nuevos modelos de planificacion urbana mas integradores de la cuestion de la vivienda y el empleo como claves de politicas sustentables     

Como resultado de los logros en los dos primeros objetivos planteados, el tercer objetivo plantea la transferencia de las experiencias adquiridas y en la medida de lo posible, la enseñanza de nuevos modelos y estrategias de desarrollo local, sobre todo institucionalizado a través de nuevas modalidades de planeamiento territorial y gestión habitacional, con un componente de promoción de la microempresa y el empleo popular. Esta instancia llegaría pasado los primeros cinco anos de la organización madurando algunas de las lecciones alcanzadas y confeccionando cursos para microemprendedores y para funcionarios municipales (ver Anexos). Ambos cursos fueron impartidos en forma presencial y a distancia, en diversas oportunidades con resultados que arrojan luz sobre las posibilidades y limitaciones de la didáctica convencional y los nuevos medios tecnológicos de comunicación, para llevar adelante esta tarea de abogar por nuevos modelos.
      
El modelo teorico (figura 1) plantea en primera instancia de entrenamiento y asesoramiento técnico, en el que se desarrolla una visión de desarrollo barrial construida a partir de la sumatoria de los proyectos de los vecinos participantes. Esta visión requiere un conocimiento de las posibilidades y limitaciones de un cierto barrio o pueblo, compartida por sus vecinos a partir de la cual plantear posibles líneas de trabajo cooperativo.

El “foco de progreso barrial” como espacio físico de agrupamiento de los vecinos, sin sectarismos partidarios en lo político o de otra índole, es el paso que sigue, ya que a partir del mismo, los vecinos disponen de un recurso estratégico, en lo físico espacio donde trabajar, disponer de herramientas, acopiar materiales, etc y en lo social, un espacio donde intercambiar ideas, adquirir nuevos conocimientos, etc.

En este proceso, el modelo introduce los micro-creditos como medio para sustentar los proyectos, debidamente asesorados técnicamente y monitoreado en sus diversas etapas de modo de incrementar sus posibilidades de éxito. El impacto de tales micro-creditos en la producción se traslada a la necesidad de disponer de redes de comercio justo, empezando por el barrio, remplazando productos caros por aquellos producidos localmente, mas baratos al eliminar el costo de transporte, pero también los mercados en otras zonas de la ciudad, con mayor poder adquisitivo y, por que no? También otros países y posibilidades de exportar productos micro-empresarios a través de las redes internacionales de comercio justo.

Como corolario final de este proceso, representando por el modelo teorico, las ganancias adquiridas con la comercialización de los productos microempresarios, son reinvertidas en el mejoramiento del hábitat, infraestructura fundamental del microempresario, tanto su vivienda como el barrio donde habita. Es posible de esta manera deducir que el modelo concibe que como resultado de la implementación de la visión de desarrollo local, las ganancias del proceso necesariamente van a la mejora de la comunidad en su conjunto y sus mejores condiciones de generación de ingreso y no a los bolsillos de unos pocos individuos quienes seguramente, siguiendo la lógica capitalista, tan pronto como comiencen a progresar tenderán a abandonar el barrio, buscando vivir en la proximidad de sectores sociales de mayores ingresos.    
     
El modelo teorico


La evolución de este modelo inicial se planteo a partir del descubrimiento que la productividad de un barrio se encuentra condicionada por la capacidad de comercialización de sus productos. Tratandose de barrios marginales y periféricos la inserción de tales barrios en la ciudad establece una limitante importante para comercializar sus productos. En este sentido, se planteo una segunda versión del modelo de desarrollo, con una mirada mas “territorial” del tema, planteando una estrategia de inserción de los barrios micro-productivos a partir de la creación de espacios de comercialización ubicados en áreas centrales que permitan vender en mejores condiciones sus productos, generando ganancias que aporten al desarrollo del barrio o localidad periférica (figura 2). Este nuevo modelo, ciertamente una evolución del primero, se llevaría a la práctica con el proyecto “Muestra de productos microempresarios para el desarrollo igualador”. 

Figura 2. Espacios de muestra y comercialización de productos microempresarios sociales. 

Cabe destacar que esta evolución del modelo de desarrollo refleja un cambio de paradigma importante. En el primer modelo, la convicción estaba puesta en que el barrio con un apoyo específico en su productividad era capaz de iniciar un círculo virtuoso de transformación. En su segunda versión, comienza a plantearse la localización del barrio con un componente central para planear su desarrollo, reconociendo el carácter marginal y segregado de tales barrios procurando facilitar su inclusión a partir de la apertura de mercados rentables y centrales que permitiesen ubicar su producción. También subyace la idea de saturación del mercado interno barrial.

Un breve repaso de la metodología empleada por Microenergía para desarrollar sus proyectos es presentada a continuación. Más que trabajar en un barrio particular la organización adoptó un enfoque de trabajo en red. La red opera en dos niveles: Investigación y acción. Investigación, focalizada en la cuestión de las condicionantes territoriales y de infraestructuras para el desarrollo de las Mypes en distintas regiones.  Acción, en término de construcción de capacidades a nivel de los gobiernos locales, para el diseño de planes y normativas de tejidos urbanos mixtos, por una parte; y por la otra, la implementación de proyectos pilotos, apoyando a comunidades específicas en la implementación de planes de negocios, en torno a productos claves para el desarrollo de sus barrios y villas.  

Funciona a partir de actividades diversas. Investigaciones de equipos en cada país, cuyos avances son publicados en el sitio, dando lugar a análisis comparativos que permiten profundizar en el estudio de la relación entre el fenómeno de expansión de las Mypes y la conformación de las estructuras territoriales. Por otra parte, en Argentina, el equipo técnico genera redes de investigadores del tema en las distintas provincias, conectados también a través del sitio, pero a su vez, desarrollando encuentros periódicos regionales. Tanto la red internacional, como la interna de Argentina, sirven de marco y de soporte técnico para el planteamiento de proyectos pilotos en distintos contextos, orientados a implementar algunos de los conceptos centrales sustentados por la red. 
 
La idea de crear distritos micro-productores responde al reconocimiento de la existencia de “factores de aglomeración” de Mypes –UIA, 1999- en barrios y villas. La idea es apoyar a través de la capacitación de redes de Mypes e infraestructuras comunitarias, la reproducción de tales factores, potenciando sinergias comunitarias locales, creando empleos, ingresos, desarrollo social y ambiental. Las etapas previstas para la creación de tales distritos, involucrando cuestiones normativas y planes de acción, incluyen:

El mundo en desarrollo ha experimentado durante la última década un incremento notable de la cantidad y calidad de micro y pequeñas empresas. Aunque el sudeste asiático se ha destacado como la región que ha experimentado mayor crecimiento de Mypes (una tasa de crecimiento del 32%), Latinoamérica, Africa y Medio Oriente han comenzado a acusar tasas importantes, aunque menores (26%, 16% y 19%, respectivamente) (OIT, 2001). Se estima que Argentina, Brasil y Perú, al igual que Italia, España y Grecia concentran el 80% del empleo de sus poblaciones en Pymes, comparado con el 72% de los países de la OECF –FIEL, 1995- 

Las agencias internacionales, como asimismo los gobiernos en tales regiones, han reconocido el potencial de las Mypes para impulsar procesos sostenidos de crecimiento económico. De alguna manera se ha buscado que dicho crecimiento redunde en desarrollo social, al orientarse a ciertos grupos vulnerables. Sin embargo, tales esfuerzos no han producido los impactos esperados, ni se prevé que lo tengan a mediano plazo, en buena medida a causa de la falta de una política de desarrollo más general que sustente dichas acciones puntuales. Si bien es clara la necesidad de actuar en la emergencia, los resultados revelan la necesidad de su inserción en estrategias de desarrollo a mediano y largo plazo.

Se busca proponer planes de desarrollo que tiendan a combinar las necesidades habitacionales con la potencialidad de las Mypes. La hipótesis es que en asentamientos habitacionales populares se producen las sinergias necesarias para realimentar procesos productivos. Los necesarios componentes de innovación tecnológica, flexibilidad, productividad y trabajo en redes tienden a ser altamente viables en comunidades que comparten un mismo hábitat, ubicado en condiciones estratégicas. Distintas experiencias en el mundo, tales como los distritos micro-industriales italianos –ONUDI, 1998- tienden a demostrar la viabilidad del concepto, aún en los países en desarrollo.

Sin embargo, un análisis más profundo de las condiciones para el crecimiento de las Mypes en distintas regiones revela cuestiones sociales, económicas y culturales muy difíciles de extrapolar de las experiencias europeas. Es necesario comparar experiencias y contextos en distintas regiones que permita desentrañar obstáculos y potencialidades.

Los planes de acción promovidos buscan crear condiciones favorables en áreas urbanas marginales y villas rurales para desarrollar redes de Mypes, optimizando su inserción territorial, características comunitarias e infraestructuras. A partir del apoyo a la  producción-comercialización  en el marco de una estrategia de dinamización local, público, privado y no gubernamental, se intenta incentivar la conformación de una estructura productiva territorial y comunitaria altamente eficiente para insertar la producción local en los mercados nacionales e internacionales. 

Las hipótesis de investigación sostienen la necesidad de replantear el concepto de tejidos urbanos mixtos, donde conviven viviendas y Mypes en ciertas áreas urbanas, por una parte; y las pautas de asentamiento habitacional rural, de poblaciones de bajo ingreso introduciendo el concepto de “Ciudad Productiva” como estrategia de planificación territorial y comunitaria orientada a la generación de ingresos, empleos y desarrollo local. Tal replanteo se orienta a encontrar nuevas formas de regular el desarrollo urbano y asentamiento poblacional rural en función del objetivo de dinamización regional, sustentabilidad socio-ambiental.

En este sentido, un objetivo central perseguido por Microenergía ha sido el de generar tejidos urbanos mixtos que combinen lo residencial con actividades productivas que sirvan para impulsar procesos sostenidos de desarrollo de sectores de bajos ingresos. Cuando la organización logró superar la esfera de accion individual y familiar, generando redes barriales, los impactos en terminos habitacionales y territoriales, fueron tambien mas contundentes.   

  

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